lunes, 25 de marzo de 2013

Verdades amargas sobre colonialismo



A mi parecer, no es correcto hablar del “descubrimiento de América” para hacer referencia al arribo de los primeros europeos al continente. Sucede que las civilizaciones locales, eran consientes de su propia existencia, por lo que considero más preciso referirme a este hito como un choque de civilizaciones o tal vez como el encuentro de tres mundos (América, Europa y África), colisión en la que inexorablemente se van a desencadenar fabulosos intercambios culturales de toda índole, sin embargo, como en toda guerra, los vencedores fungen como cultura hegemónica que trata de absorber y eliminar al resto de culturas e identidades minoritarias sometidas.

Resulta que unos milenios años antes de la era Cristiana, las primeras civilizaciones locales inician su evolución sociopolítica como pequeños asentamiento humanos regados por el continente, algunos de estos colectivos van a ir evolucionando durante siglos hacia ciudades Estado y Estados Imperiales de diferentes magnitudes, es de esta manera que cuando Cristóbal Colón toca tierra firme en el Caribe, varios imperios locales ya se encontraban extintos, habían colapsado por diferentes factores. Sin embargo para el año 1492, se encontraban vigentes dos poderosos Estados, el Imperio Azteca y el Imperio Inca, ambos contaban con ejércitos de una magnitud considerable y una cierta tecnología militar que les permitía hacer frente a los arcabuces y armas de acero forjado que portaban los invasores, sus desventajas radicaban en el hecho de que era muy poco lo que conocían sobre las técnicas y estrategia militares de sus futuros verdugos, una de las pocas armas que le dan una ventaja significativa a los conquistadores eran los cañones de artillería.

Ciertamente bastó un puñado de invasores continentales para someter a los poderoso imperios locales, su ventaja cuantitativa se baso en aliarse con cientos de pueblos originarios que se unieron a los ejércitos realista con la falsa ilusión de que iban a liberarlos de yugo colonizador e imperialista que les imponían las nativas culturas dominantes de aquella época, los resultados son ampliamente conocidos, los aborígenes en general no solo se vieron diezmados por el aniquilamiento, sino que también fueron colonizados culturalmente, se les impuso; idioma, vestimenta, fe, organización política y otros.

En la actual ex república de Bolivia, algunos actores que conforman la élite política del Estado Plurinacional, afirman estar librando una batalla emancipadora contra todo legado occidental y el capitalismo salvaje, se trata de una contienda en la que según sus propios próceres, se está descolonización al Estado, sus instituciones y sus habitantes. Este es el punto en que uno se pregunta ¿cómo es que estos paladines de la justicia social y la libertad cultural quieren descolonizar?, ¿acaso imponer la whipala como emblema representativo de todos los bolivianos, no es someter al resto de identidades minoritarias, a la cultura hegemónica y dominante de la época?
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Texto:Romano Paz




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