martes, 11 de diciembre de 2012

Grietas del Sistema Democrático en Bolivia



La historia de los territorios que hoy llamamos Bolivia, se han caracterizado por una dinámica social en permanente crisis, con fenómenos que datan desde hace más de tres milenios, aquí los periodos de conflicto, más que una ruptura son sinónimo de continuidad. La actual coyuntura es tan inestable que fácilmente tendemos a olvidar que Bolivia es un Estado que ha sido forjado entre diversas colonizaciones, luchas independentistas, dictaduras, afanes bélicos y totalitarios, todos marcados por los senderos de un autoritarismo acostumbrado a ejercer el poder de forma abusiva. Si bien a la fecha, llevamos 30 años de democracia ininterrumpida, estos han sido marcados con sangre, dolor y lágrimas, por lo que se continúa arrastrando la histórica deuda de un Estado administrado por gobiernos en permanente guerra contra buena parte de su propia población, sin que el actual gobierno pueda considerarse una excepción.

A pesar de que mucho se ha escrito sobre el tema, es necesario reflexionar sobre el hecho de que la democracia es una mera creación de los seres humanos, y que lejos de ser un idealismo utópico, es más bien un procedimiento del sistema político, que permite distribuir el poder de forma civilizada entre los ciudadanos, por supuesto, este sistema de participación política, se encuentra cimentado en determinados principios, valores e instituciones perfectibles, que entre varios otro aspectos, buscan garantizar; condiciones mínimas de oportunidad e igualdad política (vigencia plena de un Estado de Derecho), la alternabilidad política en las estructuras de poder y la institucionalización de una oposición política que sea plural y jurídicamente reconocida como tal.

Infelizmente, la mayoría de los ciudadanos bolivianos, han construido una cultura política basada en idearios poco democráticos, por lo que es frecuente observar como casi todos los actores discordes, tienden a considerar a sus adversarios como enemigos a los que se debe destruir, no así adversarios de legítima existencia, con los que puede se debatir inclusive con un cierto grado de hostilidad, sin cuestionarles jamás su derecho a defender sus ideas. Es de esta manera, que mientras no exista un amplio respeto hacia el “pluralismo político” en todo el territorio nacional, no podremos hablar de vigencia plena del sistema democrático en Bolivia.     

En el caso de que persistan estas debilidades, tendremos que atenernos a los peligros del floreciente populismo, ya sea que este provenga de un fascismo anacoreta e intolerante, o de una trasnochada izquierda también intolerante, que ha perdido su consonancia y que desesperadamente busca encontrar un némesis que le facilite una argumentación ideológica para justificar el poder.

Por mi parte, considero que solo los necios hacen la guerra por odio o por amor, así que me despido con una reflexión de José Ortega y Gasset;  

"Ser de la izquierda, es como ser de la derecha, una de las infinitas maneras que el hombre puede elegir para ser un imbécil…."

Texto: Romano Paz

Ataque contra la razón



No es que me quiera robar el título del libro publicado por el ex candidato a la presidencia de Estados Unidos Al Gore, pero me parece bastante acertado en los argumentos de su contenido, y  lo cierto es que no es el único en afirmar que desde hace un tiempo atrás la razón anda de capa caída, ya que  pareciera vislumbrarse un retorno de la barbarie en pleno siglo XXI. Y es que  son cada día más comunes y socialmente aceptadas algunas prácticas político-sociales que hubieran espantado a nuestros contemporáneos, al parecer se cumple la popular frase de que “lo poco espanta y lo mucho amansa”.

 

Simón Bolívar afirmaba que debíamos resistir  el choque de dos monstruosos enemigos que recíprocamente se combaten, y ambos embisten a la vez: la tiranía y la anarquía, estas permanentemente atacan nuestro frágil sistema democrático. Resulta pues que la base para garantizar la vigencia o continuidad de nuestra pequeña isla de libertad es una sociedad informada, con la suficiente capacidad crítica para premiar o castigar a sus gobernantes mediante el voto universal y secreto. Básicamente al poder ejecutivo –vale decir el presidente y sus ministros- en un Estado de derecho se le ha puesto un bozal para que no muerda y se le han cortado la uñas para que no arañe y  no caiga en ilegalidades, por supuesto me refiero a la debida separación e independencia de los poderes legislativo y judicial.

 
La globalización y el capitalismo con todas sus luces y sombras forman parte de nuestra realidad concreta, estos complejos fenómenos han extasiado a los mercadólogos; profesionales especialistas en crear mercados para bienes y servicios, allí donde no existían, sus herramientas son poderosas: 

Consisten en campañas de mercadotecnia orientadas a crear necesidades y posicionar marcas en las mentes de los consumidores, en su ardua faena han convertido a la Tv en su caballo de batalla, ya que rápidamente se dieron cuenta que el ciudadano común pasa cerca de cuatro horas al día postrado delante de un televisor, y por lo tanto éste es el medio ideal para influenciar nuestros gustos y cultura de consumo, y hasta allí todo bien.

Por supuesto el resto de cientistas sociales nos percatamos del mencionado fenómeno, y allí empezó el juego sucio. Aprendimos rápidamente que también  la opinión pública, las preferencias y apoyos electorales -con el debido presupuesto y  una buena campaña de propaganda política basada en el muestreo estadístico- pueden ser fácilmente manipuladas, ¿de qué manera? se preguntaran: Cada vez son más las personas que miran la Tv, ésta es una actividad que solo nos genera impulsos producidos por los sentidos, es más instintiva y dada la saturación de imágenes y sonidos la reflexión pasa a un segundo plano.

Mientras que la lectura (de periódicos, semanarios, revistas especializadas, webs, blogs, etc.) es una actividad que favorece la reflexión y el análisis... pues conlleva al esfuerzo del  razonamiento. Y es que nuestras preferencias televisivas por los programas enlatados -donde irónica pero no accidentalmente abunda la propaganda política- nos  han convertido en una sociedad desinformada y desinteresada de la realidad política, con poca capacidad de análisis crítico  y por consiguiente fácilmente manipulable, con lo cual se ha puesto en peligro a la democracia.    


Texto: Romano Paz

El mito de la caverna, desde mi caverna


 
 Deambulo de forma sigilosa y serpenteante por la urbe cruceña, como cualquiera de sus miles de habitantes. Ciudad que entre muchas otras cosas más honrosas se destaca por ser violenta, retorcida y enredada, conglomerado social que ha construido un laberinto de polvo, barro y hormigón, en el que muchos han sido aplastados por la pasmosa mentira de que es una metrópoli ordenadamente anillada.


Aprecio enormemente este mi privilegiado centro del universo, tierra que me da cobijo y sustento, por lo que no puedo dejar de denunciar sus vicios, de los cuales me confieso prisionero, y es que aquí cohabitan dos ciudadanos en un solo individuo, el uno es gobernado por su parte sensorial e instintiva, el otro es un espíritu libre, y ve en la mente su elemento emancipador.
 

Tratar de interpretar mi entorno me resulta difícil sin transportarme a la inmortal Atenas de la antigüedad; en esta ocasión me remito al mito de la caverna, de Platón. Ésta es una metáfora en la que interactúan Sócrates (maestro de Platón) y Glaucón (hermano de Platón), en ella se reflexiona sobre la situación del ser humano frente al conocimiento, haciendo referencia a dos mundos; uno de ellos es el mundo sensorial, que sólo llegamos a conocer mediante nuestros sentidos, el otro es el mundo de las ideas, únicamente asequible mediante el razonamiento.
 
En la metáfora, Sócrates le pide a Glaucón que se imagine una caverna, cuya entrada abierta a la luz se extiende en toda su longitud, allí permanecen desde su nacimiento unos hombres prisioneros, encadenados y anclados de cuello y piernas; inmóviles sólo pueden mirar hacia el muro de dicha caverna. 

Detrás de ellos, a una cierta distancia y altura, hay un fuego cuyo resplandor los ilumina, y entre los cautivos y el fuego hay un camino escarpado por donde caminan unos hombres que cargan todo tipo de figuras –que los sobrepasan– con forma humana, de animales y de mil aspectos diferentes. Además, estos caminantes eventualmente sostienen conversaciones que los esclavos oyen sin comprender, de esta manera los cautivos nunca han visto otra cosa que no sean las sombras proyectadas por el fuego, llegando a creer que éstas son objetos reales.
 

Seguidamente, uno de los esclavos logra liberarse y es obligado a salir a la fuerza de la caverna (sube al mundo de las ideas), primeramente lo que más fácil distingue son las sombras, luego las imágenes de los hombres y los demás objetos que se reflejan en el agua; por último los objetos mismos, llegando a percibir la complejidad del orden cósmico. En el epílogo, el prisionero entra nuevamente en la caverna para comunicar la noticia a los prisioneros, allí intenta explicarles que ha visto la realidad y que ellos viven engañados en un mundo falso de sombras, pero lo toman por loco y se ríen de él.
 
En este sentido, cabe preguntarse, ¿en qué mundo habita nuestra cultura ciudadana y política? ¿Cuántas veces ejecutamos sumariamente de la misma manera en que se asesinó al más sabio del mundo antiguo; Sócrates?, precisamente en este crimen es que se inspira el mito de la caverna. 

Texto: Romano Paz

De Parteaguas y Bifurcaciones



Si bien el Movimiento al Socialismo se erigió como primera fuerza política del país bajo el paraguas de un discurso populista de fuertes matices indigenistas y socialista, que abrazaban consignas que promovían la inclusión de los sectores sociales más empobrecidos e históricamente excluidos.

A la fecha podemos decir que los denominados ideólogos del pachamamismo, de la izquierda del siglo XXI, del indigenismo y de la inclusión social han sido relegados al rol de meros espectadores de un gobierno erigido sobre la reingeniería de Estado que ellos impulsaron, cristalizaron y plasmaron en la nueva CPE.

Pareciera que hemos llegado al fin de la historia, pues el denominado proceso de cambio ha quedado estancado en la dimensión netamente simbólica, ya que el MAS ha sido tomado, infiltrado, avasallado e instrumentalizado por una derecha oligárquica de pelaje más criollo que mestizo, pero igualmente fenicia, mercantilista y globalizada que sus antecesores oligarcas de cuello blanco. 

En términos masista, las logias de una derecha no tradicional se han apoderado del proceso de cambio y del instrumento de los pueblos y los movimientos sociales, estas logias por supuesto se han empodera en el MAS para gobernar en beneficio propio, una muestra de ello es la neo-rosca minero oligárquica que se encuentra maximizando sus utilidades al estar exenta pagar el IVA.

Estas elites neo-derechistas se encuentran subordinadas a los intereses de las potencias emergentes y sus principales transnacionales, por lo que de manera permanente su discurso es de confrontación, crítica y polarización hacia las principales potencias occidentales y sus transnacionales. Sin embargo de manera interna vienen actuando cada vez de forma más pragmática en beneficio propio, comportamiento que ha provocado una fuerte erosión del discurso y destrozado la coherencia ideológica del MAS.

El parteaguas ha resultado ser el conflicto acaecido en el Tipnis, ya que el pragmatismo desarrollista del poder ejecutivo ha desnudado la fuerte influencia en el gobierno Morales de una oligarquía neo-derechista que actúa al margen de los principales postulados del nuevo paradigma del “vivir bien”, incluido en la nueva CPE y que establecen una absoluta subordinación de los intereses nacionales a la protección y conservación de la tierra que asciende a la categoría de deidad al ser considerada una madre.

Ante semejante bifurcación, es lógico que muchos de los grupos que conformaron una mega coalición para llevar a Morales a la presidencia se desmarquen del MAS al no encontrarse ya representado por este partido, por lo que diversos ex-aliados se están reagrupando en nuevas organizaciones que están reconfigurando el sistema de partidos políticos en Bolivia, fenómeno que resulta por demás de positivo para la democracia, ya que esta se ve fortalecida cuando es nutrida con una oferta electoral variada capaz elevar las demandas de todos los sectores que conforman el tejido social.  

Texto: Romano Paz

Un nuevo orden mundial


 
El presente siglo no se puede concebir sin el creciente protagonismo de los nuevos países industrializados o tigres asiáticos, sumados a la India y China que desde hace varios años se encuentran en un umbral económico sin precedentes, fenómeno que está inclinando la balanza comercial a favor las emergentes potencias orientales, por lo que ya no resulta exagerado afirmar que este mundo globalizado es cada vez más orientalizado y cada vez menos occidentalizado.

Resulta que mientras las principales potencias occidentales se encuentran sumergidas en un panorama económico sombrío que ha desatado una serie de movilizaciones y protestas como el movimiento de indignados, producto de la crisis de la deuda norteamericana y varias otras acaecidas en la eurozona y que amenazan con sumergirlas en una recesión económica de consecuencias mundiales impredecibles, de la que muy pocos Estados podrían salir inmunes. En el otro polo tenemos a unas saludables potencias orientales con sorprendentes superávits y que experimentan un crecimiento económico sostenido que desde hace más de dos décadas bordea los dos dígitos.

Este complejo fenómeno de orientalización del mundo se explica solo en parte, debido a que muchas de las compañías multinacionales concebidas en países de occidente, han buscado maximizar sus ganancias trasladando la mayor parte de sus operaciones a países periféricos que mantuvieran un PIB per cápita bajo y además ofrecieran mano de obra calificada y barata, seguridad jurídica y competitividad comercial, encontrando en muchos Estados orientales verdaderos paraísos para sus inversiones, ya que además con su despegue económico les han duplicado el universo de consumidores, pues en esta región del planeta concentra cerca de la mitad de la población planetaria.

En este sentido, las potencias occidentales desde hace ya bastante tiempo son las principales financiadoras e impulsoras del incontenibles desarrollo de las potencias orientales, pues ellas han favorecido que sea cada vez más negativa su balanza comercial con los países orientales, como uno de los primeros resultados significativos tenemos que China se ubica actualmente como la segunda potencia económica del mundo con serias aspiraciones de pasar a ser la primera en el mediano plazo, seguida muy de cerca por la India que se encuentra en el cuarto puesto, por lo que este vertiginoso desarrollo está demostrando ser en el largo plazo antagónico a los intereses de las potencias occidentales.

Colosales son los desafíos de este nuevo orden influenciado por la cultura oriental, por cuestiones de espacio citaré solo un par: si las divisas occidentales no levantan cabeza para garantizar la estabilidad del comercio internacional, será traumático para los orientales su reemplazo, ya estos son los principales acreedores del tesoro norteamericano, en otra plano, los ciudadanos orientales a la par de que mejoran sus ingresos, también demandarán mayores libertades civiles y políticas, lo que podría generar múltiples convulsiones socio-políticas.

Texto: Romano Paz