jueves, 21 de mayo de 2015

¿Quién me ha robado el mes de abril?



El título de la presente misiva es copia fiel de la epígrafe de una canción de antología del génio de Úbeda; Joaquín Sabina, el tenor es una metáfora planteada por el cantautor hispano que recurre a esa alegoría para hacer referencia al mes en el que explota la primavera en el hemisferio norte, estación del año, que entre muchas otras cosas, representa el renacimiento de la vida luego de haber concluido el gélido invierno.



Este periodo del año resulta de vital relevancia para la flora, destacándose en esta redacción su importancia para las plantas de la uva o vid, pues durante la primavera, tal cual ave fénix, estas se renuevan y despiertan de su profundo letargo para comenzar el ciclo de la brotación de las hojas y posterior floración, que culminara con la cuaja, que es el momento en que las flores son polinizadas y se forma el fruto de la uva. Estas, en el caso de la vitivinicultura, serán cosechadas de manera tempranera, medianera o tardía, fenómeno que ha de variar en función de múltiples factores, por citar algunos; el tipo de cepa, el tipo de vino ser elaborado, la ubicación geográfica del viñedo, etc.

La vendimia se lleva a cabo entre el verano y el otoño, quedando las vides sin frutos para recibir el invierno, estación que terminara de arrancarles todas sus  hojas debido al viento y las precipitaciones pluviales, cumpliéndose de esta manera simbólicamente el ciclo natural de vida, pues todo; nace, crece, se reproduce y muere.

A ello se debe justamente que del vocablo  “vid”, derive “vida”.


En este sentido, ya cerrando la metáfora, si permitimos que nos roben el mes abril, habremos perdido nuestros sueños y el anhelo de un mejor futuro. No en balde Dante afirma en su Divina Comedia que en las puertas del infierno se encuentra apostillada con letras mayúsculas la siguiente frase; 

¡¡¡ABANDONAD TODA ESPERANZA, AQUÉLLOS QUE ENTRÁIS EN ESTE LUGAR!!!

De manera inexorable, año a año vemos pasar ante nuestros ojos los días del mes abril, y a pesar de que en el hemisferio sur es otoño y no primavera, la metáfora es atemporal y debemos recoger su enseñanza principal, la de renovarnos permanentemente tal cual lo hacen las vides o el ave fénix, ya que ambas resurge desde sus cenizas, manteniendo de esta manera siempre vivas nuestras ilusiones y sueños, en analogía metafórica se trata de la luz de una faro que nos guía en los momentos de penumbra. Finalmente les invito a beber de algunos versos extraídos de los “Proverbios y cantares” del libro de poesía “Campos de Castilla” de Antonio Machado (1875-1939):

Caminante son tus huellas el camino y nada más; caminante, no hay camino, se hace camino al andar.


Texto: Romano Paz

Compartiendo un domingo de abril con mis comapañeros Runners, al fimalizar el training



 

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