lunes, 25 de marzo de 2013

Reelección en Bolivia, una crónica anunciada

Betty Tejada y Gabriela Montaño son las ‘cabezas de playa’ del Movimiento Al Socialismo (MAS) en su intento por conquistar Santa Cruz. Adicionalmente, estas autoridades son importantes para las cuotas de género que quiere ganar electoralmente. Aunque también fueron designadas porque nunca criticaron al Ejecutivo.

La Razón (Edición Impresa) / Romano Paz / La Paz
00:00 / 10 de febrero de 2013

El 28 de enero de 2011, publiqué en  La Razón una misiva que titulaba El poder a partir de Bertrand Russell. En el presente escrito utilizaré algunos postulados planteados por el insigne filósofo inglés Bertrand Russell en su libro El Poder, un nuevo análisis social (1936). En este ensayo argumentaré que la senadora Gabriela Montaño y la diputada Betty Tejada son las “cabezas de playa” de la marcha del Movimiento Al Socialismo (MAS) hacia la conquista electoral del oriente.   

Russell define el poder como la producción de los efectos deseados por parte de uno o más individuos sobre terceros. Afirma que entre los deseos infinitos del ser humano, los principales deseos son los de “poder” y “gloria”, resultando a menudo el primero consecuencia del segundo y viceversa, por lo que quienes más desean el poder son, en general, los que más posibilidades tienen de adquirirlo y mayormente se diferencian del resto de individuos por ser “excepcionalmente amantes del poder”.

El presidente Evo Morales ha sido definido como un animal político, pues extiende su trabajo durante largas jornadas sin mostrar signos de fatiga, se incorpora fresco muy de madrugada del día siguiente. Es obvio que tiene voluntad y sed de poder, en términos de las ciencias sociales es un profesional de la política, pues vive de y para la política.  

Pero no gobierna solo. Éste ha pactado con las principales élites económicas, políticas y militares del país. Los últimos grupos en sumarse a este pacto han sido las élites orientales, que acostumbradas a pactar en el pasado con los gobiernos centralistas decidieron enfrentar el proyecto del MAS con resultados ampliamente conocidos.

Un reacomodo actual de las fuerzas políticas podría afectar estos intereses, por lo que las élites son pragmáticas partidarias del statu quo y  de que éste se prorrogue mediante la reelección de Morales en 2014. Estas élites se están beneficiando económica y políticamente del proceso; algunas han renunciado a libertades políticas a cambio del rédito económico.

El MAS ha sido copado por una derecha poco democrática e intolerante que desesperada busca dar la sensación de que lucha a muerte contra enemigos internos (traidores, separatistas y terroristas) y enemigos externos (el imperio y occidente).

Russell afirma que siempre es necesario que unas personas den órdenes y que otras obedezcan. A las primeras debemos sumar los secuaces que siguen al caudillo con el interés de obtener el poder para el grupo y sentir los triunfos del caudillo como suyos; sin embargo, su poder se ve limitado por otros poderes paralelos y todos en general interrumpidos por la muerte.      

Las ciencias sociales han fallado que las élites, como tales, existen en todos los niveles y dimensiones de la humanidad, aún cuando se trate de regímenes que acorralen a la oposición mediante la censura, la persecución, etc., ésta no pierde la calidad de élite no gobernante. Por lo que referirse a las élites de poder, utilizando términos como oligarquías y/o logias, es discurso político y no lenguaje científico.
De acuerdo con Russell, un individuo puede ser influido de las siguientes tres maneras:

1) Por el poder físico directo sobre su cuerpo; ejemplo, cuando se es arrestado, encarcelado o muerto. Tenemos ciudadanos exiliados en el extranjero y un senador en una embajada, además la represión a los indígenas en Chaparina y más de 70 muertos en momentos de convulsión social. Al respecto, Montaño y Tejada no han hecho otra cosa que menguar a quienes acusan al Gobierno de violaciones a los derechos humanos.    

2) Por las recompensas y los castigos utilizados como incentivos. Gracias a su lealtad y sumisión absoluta hacia el Órgano Ejecutivo y el proceso de cambio, Montaño ha sido ratificada y Tejada ha sido designada. Estas dos autoridades no sólo han defendido a capa y espada el proceso de cambio, sino que jamás han cuestionado al Órgano Ejecutivo.

Su principal labor es la de garantizar el mantenimiento el statu quo y ser las operadoras políticas del MAS en el oriente boliviano, esto para meter en la caja fuerte en 2014 la reelección del Morales, carrera plebiscitaria iniciada mucho antes de que se dé comienzo al calendario.

Como castigo interno está la no ratificación de la Rebeca Delgado, por las fricciones generadas con el Ejecutivo; esto ya le había sucedido a varios de sus colegas y excolegas del MAS. La advertencia es que hay ideólogos e intérpretes oficiales de las sagradas escrituras del proceso de cambio. ¡Prohibido pensar!

Como castigos externos tenemos el hecho de que el Gobierno haya utilizado una ley inconstitucional para destituir a gobernadores, alcaldes y concejales; todos opositores. El fallo del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) no es retroactivo y el daño está hecho, por lo que las preguntas son: ¿el TCP quiere demostrar que existe independencia de poderes? o ¿es este fallo una maniobra para dar la sensación de que existe independencia de poderes?Recordemos que Morales necesita de un fallo positivo del TCP para habilitarse como candidato de cara a 2014.

3) Por la influencia en la opinión pública, la propaganda política en   su sentido más amplio. De acuerdo con datos ofrecidos por la ministra Amanda Dávila, en 2012, el Gobierno gasto Bs 37 millones en comunicación política. No es casualidad que en la marcha hacia la conquista electoral del oriente se declare al Carnaval cruceño Patrimonio Cultural de Bolivia.

También recordemos que el MAS quitó los recursos económicos que los partidos políticos recibían del Órgano Electoral, lo que le dificulta a la oposición encarar una campaña proselitista que el oficialismo ya ha empezado con ventaja en tiempo, recursos humanos y económicos; el Beni es un ejemplo patético.

Finalmente, Montaño y Tejada son relevantes para las cuotas de género, pero también desvelan una carencia de liderazgos masculinos en la bancada oficialista. Sin embargo, esto no es más que una fina capa de pintura que oculta un proyecto de poder autoritario y prorroguista.

Para ver la publicación en La Razon, entrar al siguiente link:

http://www.la-razon.com/suplementos/animal_politico/Reeleccion-Bolivia-cronica-anunciada_0_1776422348.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario