Marcados por un desgaste y decadencia propio de su accionar pragmático y
delineado por el reciclaje de actores políticos de la vieja guardia Partidaria
del país, se vislumbra este período, como la antesala de la consumación de una
reproducción política que se aproxima al termino de su ciclo. Condiciones que
se evidencia en el gobierno nacional, por la desesperación y pérdida paulatina
del control político del escenario, la perdida de iniciativa, sumada a la renuncia
sistemática de sus notables activistas e intelectuales. Tétrico escenario que
los deja con poca o nula posibilidad real de tener interlocutores válidos de
confianza.
Es muy común en la historia que los cambios políticos se den al margen de la legalidad, sin embargo estas transformaciones se llegan a consolidar solo si están socialmente aceptadas y profundamente enraizadas en la sociedad. Es decir que la posibilidad de re-instaurar en el país, la institucionalidad jurídica y constitucional, deberá transitar por alguno de estos escenarios:
1) La reforma a la Constitución Política del Estado.
2) La instauración, aplicación y reconocimiento
constitucional de las Autonomías Departamentales y sus estatutos.
3) La imposición del proyecto de constitución masista.
En este y en casi todos los gobiernos de turno, lo que se pretende defender son intereses políticos. En este caso, el abanderamiento discursivo de reivindicaciones sociales, como la inclusión política y social, forman parte la cortina de humo, de una trasnochada izquierda que ha perdido su consonancia, incapaz de pensar en términos de adversario, al mejor estilo de la guerra fría, busca desesperadamente un enemigo al cual devastar y aniquilar , el que le facilite un ideario de justificación político, plebiscitario e ideólogo. Sumado y evidenciado en los ataques, difamaciones y otros similares que forman parte de la estrategia comunicacional y política para desvirtuar un proceso y por supuesto a sus dirigentes, pretendiendo con ello sembrar desconfianza, división y desilusión en el bando opuesto, para ganar a las masas para su propia causa y proyecto
político.
Si bien la iglesia ha hecho observaciones al proceso constituyente y mas propiamente al proyecto de constitución del MAS, las causas para que esta no se preste al juego de mediadora, radicará en su momento debido a que No existe posibilidad real de dialogo en el corto plazo, al menos antes del referéndum del 4 de Mayo. Debido a que el proyecto de constitución masista, que pretende la Concentración del poder político en su entorno y sectores afines, es antagónico por definición con el proyecto de Redistribución de poder, que se plantea mediante la instauración autonomías departamentales.
Es muy común en la historia que los cambios políticos se den al margen de la legalidad, sin embargo estas transformaciones se llegan a consolidar solo si están socialmente aceptadas y profundamente enraizadas en la sociedad. Es decir que la posibilidad de re-instaurar en el país, la institucionalidad jurídica y constitucional, deberá transitar por alguno de estos escenarios:
1) La reforma a la Constitución Política del Estado.
2) La instauración, aplicación y reconocimiento
constitucional de las Autonomías Departamentales y sus estatutos.
3) La imposición del proyecto de constitución masista.
En este y en casi todos los gobiernos de turno, lo que se pretende defender son intereses políticos. En este caso, el abanderamiento discursivo de reivindicaciones sociales, como la inclusión política y social, forman parte la cortina de humo, de una trasnochada izquierda que ha perdido su consonancia, incapaz de pensar en términos de adversario, al mejor estilo de la guerra fría, busca desesperadamente un enemigo al cual devastar y aniquilar , el que le facilite un ideario de justificación político, plebiscitario e ideólogo. Sumado y evidenciado en los ataques, difamaciones y otros similares que forman parte de la estrategia comunicacional y política para desvirtuar un proceso y por supuesto a sus dirigentes, pretendiendo con ello sembrar desconfianza, división y desilusión en el bando opuesto, para ganar a las masas para su propia causa y proyecto
político.
Si bien la iglesia ha hecho observaciones al proceso constituyente y mas propiamente al proyecto de constitución del MAS, las causas para que esta no se preste al juego de mediadora, radicará en su momento debido a que No existe posibilidad real de dialogo en el corto plazo, al menos antes del referéndum del 4 de Mayo. Debido a que el proyecto de constitución masista, que pretende la Concentración del poder político en su entorno y sectores afines, es antagónico por definición con el proyecto de Redistribución de poder, que se plantea mediante la instauración autonomías departamentales.
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