Indignarse

Texto: RomanoPaz

En el presente ensayo abordo la situación política de los jóvenes de España, Oriente Medio y de Bolivia en la actualidad, partiendo del supuesto que indignase: significa sentirse irritado, enfado o enojado con una o más personas frente a una situación dada.

Oriente Medio, el paradigma que legitimaba un orden político de carácter teocrático, autoritario y dictatorial entra en una crisis política, no tanto económica, ya que varios de estos países son exportadores de petróleo, y la mayoría tiene ingresos per cápita muy por encima del boliviano. En este sentido, los jóvenes articulan una ola de protestas que sacude el mundo árabe provocando la caída de dos regímenes y haciendo tambalear a más de media docena, excluyendo a Libia, que es se encuentra fragmentada en dos partes.

Estos jóvenes que luchan a muerte no se limitan a cuestionar a la clase dirigente ni a reclamar la reconducción del modelo autoritario de poder. Su objetivo es sepultar a toda una generación de actores ultra conservadores y reemplazar el paradigma por un nuevo ideario social de carácter y contenido democrático, Alá oz bendiga.

Indignados y cansados estaban de la burocracia, la corrupción y sobre todo del abuso de poder que se reflejaba en una serie de prohibiciones que muchas veces rayan lo irracional, “en pocas palabras” se cansaron de que les prohíban caso todo.

España, tanto el paradigma democrático y como el de Estado de Bienestar Social se mantienen intactos, una crisis de tipo económica deriva en manifestaciones políticas que son llevadas a cabo por movimientos sociales juveniles que cuestionan a toda una generación de actores, pero se limitan a demandar la reconducción del modelo, no a cuestionarlo.

Indignados y cansados están respecto al estado de carencia en que se encuentra la madre patria, ya que este grupo etario nació y creció en una democracia de alto Índice de Desarrollo Humano que les permitía tener todo tipo de comodidades materiales, “en poscas palabras”, se acostumbraron a tenerlo casi todo.

Bolivia, un Estado con una Democracia en Transición, que atraviesa una crisis económica (bajo Índice de Desarrollo Humano) y una crisis política crónica (permeable e inestable efervescencia social). A la fecha podemos afirmar que hemos atravesado el umbral que nos sitúa en el paradigma Autonómico, Indigenista y Nacionalista. Esto como resultado de que se ha resuelto el conflicto inter hegemónico de poder con la derrota temporal de la oposición tradicional de la coalación gobernante encabezada por el Movimiento Al Socialismo, ya que este ha impuesto los principales códigos del presente statu quo.

Aquí lo lamentable que es que los jóvenes de momento solo han actuado como masa movilizada a control remoto y como carne de cañón, poco o nada han insertado como generación en la agenda del denominado proceso de cambio. ¿Qué pasó, si aquí tenemos crisis económica y política al mismo tiempo?, pues no damos signos de estar indignados ni cansados como grupo etario, termino con una reflexión “en pocas palabras”: ¿acaso nos hemos acostumbrado a no tener casi nada…?