De acuerdo a la Real Academia de la lengua Española, renunciar es ‘hacer dejación o privarse voluntariamente de algo’, nadie obligo a los ex mandatarios a tomar el avión de la Fuerza Aérea Mexicana, sucumbieron ante la movilización generalizada, el motín policial y la falta de respaldo de las fuerzas armadas, similar situación padeció Gonzalo Sánchez de Lozada que también escapo con rumbo norte.
El Estado necesita de sus instrumentos represivos,
cuando estos le quitan su respaldo, el gobierno se cae como un castillo de
naipes. Constitucionalmente el Estado, representado por el gobierno tiene
derecho a defenderse, pero después de las represiones vienen los juicios a los
altos mandos, entonces ¿hasta qué punto se puede defender un gobierno...?, La
historia golpea de forma implacable y no toma partido, el 10 de noviembre de
2019, teoría y práctica fueron una sola. Por su lado, un golpe de Estado es la
toma del poder por vía de la fuerza, no se pregunta, se impone un nuevo status
quo, para lo demás están las ideologías, que por cierto son una visión sesgada
de los hechos.
El Estado no puede vivir sin gobierno, eso se
llama anarquía, es el MAD MAX, película que representa una era post
apocalíptica sin gobiernos ni instituciones internacionales, donde el más
fuerte se impone sobre el más débil, que se cometieron errores procedimentales,
es probable, pero al mejor estilo de Francesco Schettino (tristemente célebre
por naufragar el Costa Concordia), superado por el desastre que había
provocado, el capitán salto del barco, y naturalmente alguien tenía que tomar
el mando. Cuando la historia lo demande, no estaría mal un cruce vías con los
nombres de Jeanine Añez y Evo Morales, recordemos el viejo refrán, pueblo que
no conoce su historia, está condenado a repetirla.
Texto: Romano Paz
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