Ruy D’Alencar / M. Chuquimia
El Gobierno nacional programó la inversión de Bs 350 millones (equivalentes a $us 50 millones) para la construcción de viviendas de los damnificados en todo el país que han perdido sus casas por efecto del fenómeno La Niña (se estima que son alrededor de 10.000 personas). Así lo confirmó Bony Morales, viceministro de Vivienda y Urbanismo. Los fondos provendrán de fondos gubernamentales.
El viceministro indicó que el Gobierno trabaja para definir el número de viviendas que se han perdido por las inundaciones, riadas y deslizamientos. También se busca terrenos estables para nuevas edificaciones. Sin embargo, aunque no se determinó todavía cómo se repartirán las obras, ya se definió atender a las familias afectadas de la ciudad de La Paz, del trópico de Cochabamba y de Beni, en un plazo de seis meses. El planteamiento del Viceministerio de Vivienda contempla el desarrollo de casas de dos dormitorios, cocina, baño y una sala en un terreno de 200 y 300 metros cuadrados, cuyo costo promedio se estima en alrededor de los $us 6.000 por vivienda.
Explicó, además, que para este objetivo, el Gobierno busca unificar criterios entre los reportes del Viceministerio de Defensa Civil y los de las alcaldías afectadas.
Por su lado, el ministro de Obras Públicas, Walter Delgadillo, anticipó a principios de este mes que se estimaba construir alrededor de 3.000 viviendas para tal efecto. “Se van a desarrollar las unidades habitacionales que sean necesarias”, comprometió Delgadillo.
Esto fue ratificado por el presidente Evo Morales, que esta semana garantizó a las familias de La Paz, Cochabamba y Beni, reponer las casas perdidas.
En el caso de La Paz, Morales señaló que es un hecho que las primeras casas para los más 6.000 afectados (según el cálculo de la Alcaldía paceña) se van a construir en el vecino municipio de El Alto, descartando cualquier posibilidad de trasladar a las familias a otros departamentos.
“Las soluciones de vivienda que vamos a dar están en los mismos municipios colindantes con La Paz, en concreto en El Alto. No hay posibilidades de desarrollar planes de vivienda ni en Santa Cruz ni en Cochabamba”, dijo.
Asimismo, Salim Yapur, director de Ordenamiento Territorial de la Alcaldía de El Alto, manifestó que existen cuatro áreas de entre 12.000 y 14.000 hectáreas en ese municipio para construir alrededor de 400 viviendas. “Hay varias opciones y están entre los distritos 12, 6, 8 y 2. No se puede adelantar los nombres de los lugares porque todavía estamos en negociación con las juntas vecinales, pero una de ellas está prácticamente seleccionada porque sus terrenos son estables y los servicios básicos llegan hasta allí”, explicó.
Yapur, que elaboró la propuesta por encargo del alcalde alteño Édgar Patana, indicó que el planteamiento fue entregado el miércoles y que debe ser analizado.
De acuerdo con Edwin Herrera, vocero del gobierno municipal de La Paz, es poco aconsejable volver a construir en zonas como Kupini II y otros barrios aledaños pues son riesgosas. “El 60% de la superficie urbana de La Paz está expuesta a riesgos, habrá que pensar en construir en municipios vecinos”, sostuvo.
Para el director de Ordenamiento Territorial de la comuna paceña, Roberto Auchen, cualquier solución de viviendas para La Paz debe establecerse dentro del área metropolitana de la sede de Gobierno. “Además de El Alto, se puede ubicar zonas para urbanizar en los municipios de Viacha y Mecapaca”, sostuvo.
En el caso de Chapare, donde las inundaciones afectaron a cerca de 3.000 familias, se han ubicado terrenos en las localidades de Chipiriri y Jatumpampa, donde el pasado martes el presidente Evo Morales hizo entrega de 27 títulos de propiedad de casas para el mismo número de familias.
Sin embargo, aún hace falta establecer más espacios para ubicar a las demás familias que vieron cómo los desbordes del río Chapare arrastraron sus viviendas en febrero.
El primer mandatario dijo a los afectados del trópico de Cochabamba que también “pueden solicitar la adjudicación de tierras fiscales en el oriente boliviano, principalmente en Pando y Beni, para que trabajen aquellas personas que eran productoras y que perdieron sus casas”.
Entre Rurrenabaque (500) y Reyes (1.500), hay algo más de 2.000 familias que perdieron sus hogares en medio de las inundaciones y el lodo. Estas poblaciones de Beni también se encuentran dentro del plan de reposición de viviendas. Aún no se han ubicado áreas para trasladar a los afectados de estas zonas. El viceministro Morales expresó que se están buscando terrenos que no sean vulnerables a las lluvias y riadas, que año a año golpean a distintas poblaciones.
En desastres ocurridos en los pasados años, el Gobierno ya trasladó algunas comunidades. En Santa Cruz, en el municipio de San Julián, se construyó la urbanización Los Troncos para resarcir a los afectados de las inundaciones producidas por desbordes del Río Grande en la comunidad Berlín, en 2007. El Gobierno invirtió en la compra de terrenos que fueron parcelados en 418 lotes de 450 m². La urbanización fue entregada en 2010 a más de 100 familias. Sin embargo, en su momento se cuestionó la calidad de estas obras. Durante la primera lluvia que cayó después de que fueron donadas, los techos de 80 casas resultaron muy dañados apenas con quince minutos de agüacero.
Damnificados de La Paz
Hugo Mamani
Agricultor de Callapa
Ahora no sabemos nada de la oferta del Gobierno, no tenemos cabeza para nada. En la asamblea del domingo, todos los pobladores de Callapa hemos decidido volver cuando se estabilice el terreno. El alcalde (Luis Revilla)nos ha dicho ayer (por el miércoles), que se hará un estudio de suelos y que si el resultado es positivo la Alcaldía está dispuesta a apoyar.
Julia Mita
Criadora de vacas lecheras
Mis vacas son holandesas. Ahora tengo problemas para tenerlas aquí porque los vecinos se están quejando, pero esto (el derrumbe) va a pasar y yo creo que voy a regresar a mi casa. No puedo perder mi hogar, me ha costado. Soy madre soltera. El alcalde dice que no se puede, pero yo sí o sí regreso. No podemos estar en carpas todo el tiempo, esto será dos meses máximo, luego tenemos que volver.
Lidia Ibáñez
Inquilina de Kupini II
Con mi esposo hemos aceptado la oferta del Gobierno (de acceder a una casa propia pagando el 30%). Él trabaja como chofer y yo trabajaba en una empresa que también fue afectada aquí arriba, entonces ¿dónde puedo ir a trabajar?, ¿cómo viviremos si nos vamos a otro departamento? No es fácil, no creo que me vaya de La Paz. Aquí tengo mi familia, todo.
Damnificados de La Paz se resisten a migrar
Con distintos argumentos, los damnificados por el megadeslizamiento en La Paz rechazaron la oferta gubernamental de poblar zonas fronterizas en el oriente y se niegan a migrar.
Ana María Canquiri, vecina de Pampahasi, se niega a retirarse del lugar donde hasta hace tres semanas tenía su casa, en donde vivían otras cuatro familias en tres pisos. “Todo está a unos cinco o seis metros bajo tierra, no podemos sacar nada, mis pequeños viven alejados de mí porque tienen que ir a su escuela, pero nosotros tenemos que quedarnos aquí”, relató entre sollozos.
El fin de semana, el presidente Evo Morales ofreció a los damnificados dotarles de tierras en el oriente bolivianos, principalmente en Pando y Beni, para que trabajen aquellas personas que eran productoras y que perdieron sus casas con el fenómeno de La Niña.
Mario Lázaro Condori, artesano de profesión y vecino de Santa Rosa de Callapa, aseguró que tiene una vida establecida en La Paz y que no será fácil conseguir otro lugar. “Ahora no tenemos nada, mis tres hijos están yendo a la escuela sin útiles. Nos dicen que nos darán tierras, habrá qué ver dónde y en qué forma, pero por el momento todos aceptaron las casas en Chonchocoro”, dijo.
Sin embargo, varios de los vecinos de Callapa, que es la única zona productora que fue dañada por el deslizamiento, ya se pronunciaron en contra de ir a vivir en El Alto, donde se ofrecieron 400 viviendas (en las proximidades de la cárcel de Chonchocoro).
Consecuencias políticas de migrar
Romano Paz | Politólogo
Habría que medir primero cuál será el flujo de migración hacia el oriente desde la capital paceña. La gente es apegada a su terruño y es difícil que dejen su ciudad, por ejemplo en el caso de La Paz.
Sin embargo, si por alguna razón se produce un éxodo de población hacia otras ciudades, lo primero que se produciría sería un conflicto de planificación en los tres niveles de Gobierno.
La otra consecuencia a la larga sería una modificación en asignación de recursos por Participación Popular y una reconfiguración de las proporciones de representatividad política.
Si eso sucede, los desastres naturales sólo estarían acelerando un proceso que ya se está dando de a poco por la migración y el fenómeno podría extenderse además a Beni, Pando y Tarija.
La culpa no es del clima, es del hombre
Urbelinda Ferrufino / Asoc. Ecológica del Oriente
¿Qué podemos decir de los deslizamientos en La Paz? Según Marcelo Badani, representante de la Sociedad de Ingenieros de Bolivia (SIB), la culpa es del clima y del hombre. ¡Lamentablemente no le podemos cobrar indemnización al clima!
Esto es un fenómeno natural que ocurre cíclicamente, solo que ahora por la acción irracional del hombre y la debilidad en la aplicación de las leyes las cosas se exacerban (hay más de 6.000 damnificados este año). Las autoridades no hacen cumplir las leyes y los vecinos no las respetan. Todas las ciudades cuentan con un plan de uso de suelos, instrumento que orienta la utilización de cada pedazo de terreno y el plan regulador es el responsable de normar esto.
La Paz está construida en plena cuenca alta y medioalta del río Choqueyapu. Esto significa que son ecosistemas de recarga de agua y de protección; nunca para construcción de viviendas.
Si observamos con ojos críticos, toda la ciudad es de alto riesgo por la extrema erosión. Por el subsuelo escurren las aguas servidas socavando poco a poco sus entrañas.