Antes de que se logre instaurar Estado de Derecho basado en la
democracia pluralista y las libertades fundamentales, se genero un profundo
debate entre dos bandos. Por una lado estaban los acólitos del establishment de
la época y que demás está decir, se beneficiaban del statu quo, por lo que de
manera descarada argumentaban ideológica e intelectualmente a favor de que el
monarca detente poderes ilimitados, es decir que este no debía rendirle cuentas
al pueblo y mucho menos a la decadente iglesia, el rey era la encarnación
divina de ley, por ende solo debía rendirle cuentas a Dios, en resumidas
cuentas, el monarca era plenipotenciario y el Estado se encontraba donde
pisaban las suelas de sus zapatos.
Como
contraparte, estaban aquellos que cuestionaban la posibilidad de que el rey se convierta en
tirano, en este caso el pueblo debía poder quitarle el poder al “soberano”. Otros más osados argumentaban que el poder era entregado al pueblo por mandato
divino, este lo cedía al rey, y si este era abusivo, debía de ser ajusticiado.
Este fértil
debate contribuyo al surgimiento del Humanismo y el Renacimiento, corrientes de
pensamiento que plantearán que el ser humano pase a ser el centro de atención
en todos los campos del saber. En la dimensión jurídica y política se
rescatarán las principales instituciones greco-romanas, entre las que destacan;
la democracia, el modelo republicano con la independencia de poderes y su
respectivo sistema de frenos y contrapesos para imponerle límites
ejercicio del poder.
De lo anterior,
han pasado más de dos siglos, pero Bolivia lleva poco más de tres décadas de
haber reinstaurado la democracia. Sin embargo, a la fecha nos encontramos
frente a un proyecto autoritario y prorrogista, que ha allanado el camino
copando las principales instituciones para eternizarse en el poder bajo la
figura de la reelección indefinida, esto muy a pesar de que la constitución de
2009 niega expresamente esta figura que es absolutamente antidemocrática, y que
además se venía venir de manera implícita, pues había sido denunciada
anticipadamente por un amplio espectro de cientistas sociales, líderes de
opinión, actores políticos, periodistas críticos y finalmente advertida por
buena parte de la ciudadanía.
Lo único
novedoso en la actual encrucijada, es que los diversos grupos de poder que se
han enroscado y fortalecido gravitando alrededor del oficialista Movimiento Al
Socialismo (MAS), finalmente han develado de manera descarada sus pretensiones
ilegales y antidemocráticas. Sobre este punto, me parece oportuno citar un
extracto del mensaje de Simón Bolívar al congreso constituyente de Bolivia de
1826; ¡Legisladores! Vuestro deber os llama a resistir el choque de dos
monstruosos enemigos que recíprocamente se combaten, y ambos os atacarán a la
vez: la tiranía y la anarquía forman un inmenso océano de opresión, que rodea a
una pequeña isla de libertad, abatida perpetuamente por la violencia de las
olas y de los huracanes, que la arrastran sin cesar a sumergirla. Mirad el mar
que vais a surcar con una frágil barca, cuyo piloto es tan inexperto.
Texto: Romano Paz