Durante el periodo neoliberal que duro dos
décadas, se implementaron una serie de medidas de ajuste muy impopulares a
través de una democracia pactada en la que los principales partidos políticos
del país velaban mayoritariamente por su propio beneficio, con poco o nulo
apego a los intereses nacionales. Finalmente, luego de una acumulación
histórica de desencanto con la clase política, el modelo imperante sufre un
quiebre histórico con la caída de Gonzalo Sánchez de Lozada en 2003. En ese
periodo se da un cambio de paradigma, debido a múltiples factores, tales como: la
corrupción, el tráfico de influencia, la demagogia, el pragmatismo de los
partidos políticos a la hora de hacer alianzas de gobierno (coaliciones y
megacaliones en las que prevalecían sus apetitos económicos), vaciamiento
ideológico, partidos provetas, exclusión social, el modelo centralista de la
administración pública, la reducción del aparato estatal a un mínimo histórico,
la patrimonialización de la cosa pública, el sometiendo a organizamos
internacionales y a potencias extranjeras, entre otros.
Como resultado, el año 2006 Evo Morales asume la presidencia de la
República con una histórica votación del 54%. Durante su primer periodo implementa
la mayoría de las principales demandas sociales: asamblea constituyente,
inclusión social, nacionalismo, lo que incluye la nacionalización de las
principales empresas públicas que habían sido capitalizas en el periodo
neoliberal, sin embargo, se resiste a la descentralización de la administración
política y económica de las regiones mediante las autonomías, posición que lo
va a confrontar con la mitad oriental del país en la denominada media luna y
específicamente con el departamento de Santa Cruz, la región más liberal,
moderna y plural del país, el motor económico de Bolivia, adicionalmente es la
región más poblada y contraria por defecto a las ideas socialistas.
Durante todo el gobierno de Morales, Santa Cruz
va a ser la principal plaza opositora de su régimen, esta región mediante sus
líderes encabezó las demandas autonómicas viralizando y extendiendo la demanda
a todo el país, logrando un referéndum nacional en el que 5 de 9 regiones
votaron a favor de las autonomías. Este divorcio histórico con Santa Cruz, hará
que el partido de gobierno denominado Movimiento Al Socialismo (MAS), no gane
ninguna elección en esta región.
Finalmente, en la Asamblea Constituyente se
aprueba una nueva Constitución Política del Estado (CPE), que en teoría es
bastante vanguardista en materia de derechos humanos, derechos que en la
práctica no se garantizan a cabalidad, sobre todo si se es opositor al régimen
de Morales.
En materia económica, Morales ingresa con un
discurso de austeridad, entre muchas medidas simbólicas rebaja el sueldo de las
autoridades del órgano ejecutivo y legislativo, sin embargo, afortunadamente las
impopulares medidas de ajuste económico del periodo neoliberal dan sus frutos,
gracias al boom de los precios de las materias primas, el país experimenta un
histórico periodo de bonanza económica. Esto le permite al gobierno de Morales
incrementar de manera significativa el Estado mediante nuevos ministerios,
viceministerios, instituciones públicas, empresas públicas, etc. Esto le
permite implementar un modelo de clientelismo político, la gente recibe empleo
y a cambio debe de respaldar incondicionalmente a Morales
Por otro lado, implementó una serie de bonos económicos que están destinados a favorecer a la población más desfavorecida, esto va a ser duramente criticado por la oposición, bajo el argumento de que están destinados a comprar conciencias.
En materia de Autonomías, se han implementado
en todo el país, sin embargo, se otorgó autonomía política a las regiones para
que elijan a sus autoridades democráticamente y no mediante designación
presidencial (como era en el pasado), lo que ha significado un avance para la
democracia en el país, sin embargo, no se ha dado autonomía económica, es decir
que las gobernaciones en los hechos no pueden recaudar fondos propios, es más,
en materia económica se asfixiara a las gobernaciones para que no puedan hacer
gestión, evitando de esta manera que los gobernadores no puedan brillar
políticamente y hacerle sombra a Morales.
En materia de Derechos Humanos, Molares será
fuertemente cuestionado por su autoritarismo, por el descarado sometimiento del
órgano judicial al ejecutivo, por los múltiples abusos y asesinados de
ciudadanos en protestas sociales, cabe destacar que luego de haber perdido el
referéndum del 21 de febrero sobre el tema de la reelección, el sometido órgano
judicial hace una perversa interpretación del pacto de San José, declarando que
la reelección es un derecho humano.
En materia de administración pública y gestión,
salieron a la luz una serie de sonados casos de corrupción, tráfico de
influencias, patrimonialización de la cosa pública, despilfarro (un sinnúmero
de obras faraónicas sin sentido común), prebendas, clientelismo político, etc.
En materia democrática, Morales en más de una
ocasión, ha faltado a su palabra de no optar por la reelección. Hoy por hoy, no
solamente es visible que está aferrado al cargo, sino que, para consumar sus
pretensiones vitalicias, defenestro a la extinta Corte Nacional Electoral
(CNE), compuesta por notables ciudadanos con una destacada hoja de vida
académica y profesional, gracias a ello, la CNE llegó a ser de las
instituciones más respetadas del país, por lo que jamás se pusieron en
entredicho los resultados electorales hasta la elección de 2005. A partir de la
reingeniería constitucional, con la nueva CPE
se crea el Órgano Electoral, que desde sus inicios y hasta el día de
hoy, ha sido fuertemente cuestionado porque muchos sus integrantes han tenido
demostrados vínculos con el MAS, en cada elección que este órgano ha administrado
han salido a la luz un sinnúmero de delitos
electorales y denuncias de fraude con evidencias contundentes, a las que los
sometidos Órganos de poder (Electoral y Judicial), simplemente han hecho oídos
sordos y han “legalizado” los resultados electorales, generando naturalmente la
indignación ciudadana,
Frente a toda esta acumulación histórica, el
referéndum del 21 de febrero representa un quiebre histórico, una ruptura del
electorado con Morales y con el MAS por todos los abusos y exceso cometidos de
forma descarada, sin embargo, no solamente se hicieron la burla de la voluntad
popular con el infame fallo del tribunal constitucional que da vía libre a la
reelección indefinida, sino que viéndose derrotado en las urnas el pasado 20 de
octubre, trata de robarse una elección recurriendo a una vieja práctica de su
gobierno, el fraude.
No se trata de una coyuntura política aislada,
se trata de la indignación de todo un país, en la historia contemporánea de Bolivia,
nunca antes las nueve regiones se habían cohesionado para luchar por una causa
común: democracia, esto mucho más allá del respeto al voto, hablamos de límites
de mandatos, sistema de frenos y contrapesos, tolerancia cero a la corrupción,
institucionalización y profesionalización de la administración pública, etc.
Morales enceguecido por su entorno presidencial no ha lecturado bien las movilizaciones sociales, no se trata de un conflicto aislado, sino de la punta de un Iceberg.
Texto: Romano Paz
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