lunes, 25 de marzo de 2013

Oposición Efímera


Mucho se parafrasea sobre las posturas, capricho y abusos ilegales del poder ejecutivo central, acciones que deliberadamente quebrantan el orden constitucional edificado con la con la sangre de olvidados mártires caídos. Valerosos ciudadanos que utilizando sus pechos como escudo, atrincherados en principios y valores democráticos o socialistas derrocaron las dictaduras mas funestas de nuestra historia.

Hoy luego de medio siglo de historia democrática muy poco meditamos sobre la responsabilidad institucional de la oposición en el sistema. Es que la enarbolada democracia pactada que permitió dar gobernabilidad al país en los primero gobiernos de este proceso, no fue mas un prolijo contubernio  para gobernar el país según el pragmatismo del día a día, situación que termino destruyendo la credibilidad en la gran mayoría de los partidos políticos que vieron nacer el orden constitucional democrático. 

Escenario que nos da como resultados partidos políticos efímeros que se oponen a un régimen autoritario, con poca o nula identidad colectiva, por lo que carecen de un discurso mesurado, coherente, que se sostenga a lo largo del tiempo por sus acciones y compromisos con sus electores, a fin de construir institucionalidad partidaria que les permita ganar legitimada en la representación de varias identidades colectivas e interculturales.

La ola autonómica se vislumbró como una válvula de escape para los ciudadanos que no se sienten representados ni identificados con los poderes ejecutivos y legislativos centrales, convirtiéndose las regiones autonómicas en terceras vías de representación ejecutiva a nivel departamental y opositora a nivel nacional, con lo que se consolidan y legitiman políticamente las autonomías. Bajo ese contexto estos gobiernos intermedios crean un órgano de defensa de la democracia (CONALDE), prescindiendo de los partidos políticos opositores, pasando por alto que sin partidos políticos no hay democracia, le allanan el camino al régimen oficialista para que con claras pretensiones autoritarias arremeta con una nueva contraola antiautonómica. 

Valiéndose demagógicamente de principios y valores democráticos convocan, con la colaboración de los principales partidos opositores a un mal llamado Referéndum Revocatorio, ilegalmente convocado, ya que es ambiguo en su interpretación y efectos vinculantes, la primera pregunta favorece deliberadamente la continuidad del poder ejecutivo central,  son de dominio público las serias denuncias sobre alteraciones al padrón electoral y no solo no esta contemplado en la normativa vigente, sino que vulnera los mecanismos de la ley marco que permite convocar a un referéndum por iniciativa ciudadana o demanda popular.

La pregunta es si la gran mayoría de los ciudadanos de este nuevo siglo,  se mantendrán dóciles ante gobiernos con orígenes democráticos, que asumen actitudes autoritarias para coartar libertades políticas y civiles? Los primeros atisbos muestran todo lo contrario, basta con recordar los caídos en Cochabamba, los de la Calancha, la retoma de Viru Viru, la batalla de Camiri, los cuatro referéndums autonómicos, la lección de Sabina Cuellar, por citar algunas de las principales derrotas del masismo y sus aliados coyunturales en sus afanes verticalistas.



Texto: Romano Paz

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